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Beskrivelse
La terrible batalla de Stalingrado ten a su m s pr ximo parang n en los horrores que la m quina de picar carne de Falkenhayn hab a provocado en Verd n. Sin embargo, hubo algunas diferencias significativas: en Verd n raramente se encontraban los enemigos frente a frente, porque los mataban a distancia los explosivos o eran abatidos por el fuego de las ametralladoras; en cambio, en Stalingrado, cada batalla se resolv a en una lucha cuerpo a cuerpo. Los soldados pod an hablarse e insultarse con sus enemigos al otro lado de la calle; a menudo o an su respiraci n en la habitaci n vecina de una casa mientras recargaban las armas; en los cuerpo a cuerpo, entre el humo y los escombros, se recurr a a los cuchillos, a las hachas y hasta a barras de goma o de hierro. Y hab a tambi n otra diferencia: fracasado el intento de conquistar la ciudad por asalto, los alemanes se fueron convenciendo de la semejanza de aquella batalla con la de Verd n, y se propusieron agotar al Ej rcito ruso, num ricamente superior, teni ndolo constantemente empe ado en una batalla de desgaste. Pero, en realidad, la analog a era totalmente err nea, pues los sovi ticos no emplearon nunca (por lo menos hasta el comienzo de la contraofensiva de noviembre) un n mero de fuerzas igual al de las alemanas. Los comandantes del Ej rcito ruso ya se hubieran dado por satisfechos si hubieran podido disponer de refuerzos, en particular durante el mes de septiembre; pero esto era del todo imposible a causa de la escasa capacidad de los transbordadores del Volga.