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Beskrivelse
De la introducci n del autor
El relato inspirado nos asegura que en casi todas las ep stolas de Pablo hay "algunas cosas] dif ciles de entender" (2a Ped. 3:16). Tal es quiz el caso con la ep stola a los Romanos, en mayor medida que con cualquier otra. Pero su comprensi n no es algo imposible, excepto para "los indoctos e inconstantes".
Observa que son solamente los que tuercen "tambi n las otras Escrituras" para su propia perdici n, los que malinterpretan la ense anza de Pablo. Los que tienen el deseo de comprender, y que leen las sencillas promesas de la Biblia con provecho, no se encontrar n entre ellos.
Al abordar su estudio, te dar nimo recordar que se trata simplemente de una carta dirigida a la iglesia de Roma. Nada hace suponer que la congregaci n en Roma fuese diferente del gran cuerpo de los cristianos en general. Leemos acerca de ellos que "no sois muchos sabios seg n la carne, no muchos poderosos, no muchos nobles" (1a Cor. 1:26). Los verdaderos seguidores de Jes s se han encontrado siempre entre la gente com n. As , en la iglesia de Roma debi haber tenderos, artesanos, obreros, carpinteros, jardineros, etc., as como muchos siervos de familias de ciudadanos ricos, y unos pocos que ostentaran una posici n elevada. Cuando consideramos que se esperaba confiadamente que ese tipo de personas comprendiera la carta, podemos sentirnos animados a creer que lo mismo ha de suceder hoy.
La exhortaci n y aseveraci n de Pablo a Timoteo constituye la mejor gu a para estudiar cualquiera de sus ep stolas, y la Biblia en su totalidad: "Considera lo que digo; y el Se or te d entendimiento en todo" (N.T. Interlineal: "el Se or te dar entendimiento en todo"). Dios es su propio int rprete. Son las palabras de la Biblia las que explican la Biblia. Es por ello que conviene preguntarse una y otra vez qu es lo que quiere decir exactamente el texto, en relaci n con lo que lo precede y lo sigue.
Los comentarios que acompa an al texto tienen por objeto fijar m s detalladamente en la Palabra la atenci n del estudiante, as como ayudar al lector casual. Que el estudio de esta ep stola te suponga una gran bendici n, y que la Palabra llegue a serte a n de mucha mayor estima, debido a la luz creciente que el Esp ritu Santo haga brillar a partir de ella, es mi ferviente oraci n.
Ellet J. Waggoner