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Beskrivelse
Primera obra narrativa de Alarc n, historia fuertemente influenciada por el romanticismo de la poca. Es su primera novela y la escribi a los 18 a os. Se trata de una historia de amor en la que un joven apasionado persigue al objeto de su deseo a trav s de media Europa "Honraste hace algunos a os mi pobre novela EL FINAL DE NORMA traduci ndola al franc s y public ndola en elegant simo volumen, que figur pomposamente en los escaparates de tu espl ndido Par s. No es mucho, por tanto, que, agradecido yo a aquella merced, con que me acreditaste el cari o que ya me ten as demostrado, te d hoy p blico testimonio de mi gratitud dedic ndote esta nueva edici n de tan afortunado libro. Afortunado, s ; pues te confieso francamente que no acierto a explicarme por qu mis compatriotas, despu s de haber agotado cuatro copiosas ediciones de l (aparte de las much simas que se han hecho, aqu y en Am rica, en folletines de peri dicos), siguen yendo a buscarlo a las librer as. Escrib EL FINAL DE NORMA en muy temprana edad, cuando s lo conoc a del mundo y de los hombres lo que me hab an ense ado mapas y libros. Carece, pues, juntamente esta novela de realidad y de filosof a, de cuerpo y alma, de verosimilitud y de trascendencia. Es una obra de pura imaginaci n, inocente, pueril, fant stica, de obvia y vulgar sima moraleja, y m s a prop sito, sin duda alguna, para entretenimiento de ni os que para aleccionamiento de hombres, circunstancias todas que no la recomiendan grandemente citando el siglo y yo estamos tan maduros. En resumen: aunque soy su padre, no me alegro ni ufano de haber escrito EL FINAL DE NORMA. Pero me objetar s: Pues por qu vuelves a autorizar su publicaci n? Te lo dir la autorizo porque, a lo menos, es obra que no hace da o, y no haci ndolo, creo que no debo llevar mi conciencia literaria hasta el extremo de prohibir la reimpresi n de una inocent sima muchacha, sobre todo cuando los libreros me aseguraron que el p blico la solicita, y citando, en prueba de ello, los editores me dan un buen pu ado de aquel precioso metal de que todos los poetas y no poetas tenemossacra... vel non sacra fames... inocente amor De muy distinto modo obrara si mi propia censura se refiriese, no ya a la enunciada insignificancia, sino a tal o cual significaci n perniciosa de esta novela; pues, en tal caso, no sacrificar a en aras del xito ni del inter s mi conciencia moral tan humildemente como sacrifico mi conciencia literaria... Pero, gracias a Dios, EL FINAL DE NORMA, a juicio de varios honrad simos padres de familia, puede muy bien servir de recreo y pasatiempo a la juventud, sin peligro alguno para la fe o para la inocencia de los afortunados que poseen estos riqu simos tesoros. Y es que en EL FINAL DE NORMA no se dan a nadie malas noticias, ni se levantan falsos testimonios al alma humana Salgan, por consiguiente, a luz nuevas ediciones de esta obrilla hasta que el p blico no quiera m s; y pues que he confesado mis culpas, absu lvanme, por Dios, los se ores cr ticos y no me impongan mucha penitencia"