Alexander Pichushkin, el asesino del ajedrez

Al sur de Mosc?, precisamente en el parque Bitsa, el joven empleado Alexandr Yuryevich Pichushkin se transformaba en un asesino despiadado y cruel que era capaz de martillar la cabeza de las personas que capturaba e, incluso, de incrustarles una botella de vidrio. En su mente psic?pata, no existi? el remordimiento ni la culpa. Era consciente de cada acto que llevaba a cabo. De hecho, confes? que quer?a superar la cantidad de v?ctimas del asesino serial Andrei Chikatilo. Usaba un tablero de ajedrez para registrar las muertes y se vanagloriaba de ellas: confes? que no le hubieran alcanzado las 64 casillas si no lo hubiesen detenido. Es posible que buscara ser capturado por la polic?a? La lectura de este libro echa una luz sobre el modus operandi a la vez que recorre la vida de Pichushkin para intentar dar una respuesta al horror. Este t?tulo forma parte de la colecci?n Mente Criminal

Mente Criminal: Mente Criminal ayuda a sus lectores a ingresar al mundo de las investigaciones criminales y descubrir las historias reales detr?s de los cr?menes que conmocionaron al mundo. En sus libros, los lectores siguen paso a paso el trabajo de los detectives, descubren las pistas y resuelven el caso: C?mo se cometieron los cr?menes? Por qu? los perpetraron? Cada uno de sus libros profundiza en estas preguntas analizando los motivos detr?s de los cr?menes que hicieron que comunidades enteras vivieran atemorizadas: la verdadera historia detr?s de los cr?menes que nos hacen enfrentar el lado m?s oscuro de la naturaleza humana. Description in English: South of Moscow, in Bitsa Park, the young employee Alexandr Yuryevich Pichushkin transformed into a ruthless and cruel killer, capable of hammering the heads of his captured and even embedding a glass bottle in them. In his psycho mind, there was no remorse. He was keenly aware of every act that he performed. In fact, he confessed that he wanted to exceed the number of victims attained by serial killer Andrei Chikatilo aka "Rostov Ripper". He used a chess board to record deaths and bragged about them: confessing that he would have reached 64 deaths/squares had he not been stopped. Is it possible that he sought to be captured? Reading this book sheds a light on the modus operandi as it dives into Pichushkin's murky life to find answers to the horror.