Florencio Espejo

En este reino maravilloso, el alcalde Orgino Ogand a cuidaba de satisfacer las necesidades elementales del pueblo, que se resum an en retretas, aguardiente, rifas de artilugios, circos, parques feriales, museos, zool gicos, y utop as de mundos posibles. Por rdenes suyas, cada s bado, se efectuaba en la plaza Bol var la Feria de Portobelo que consist a en una exposici n de productos, rubros, ganado vacuno y porcino; aves y p jaros ex ticos atrapados en las selvas nunca exploradas; sorteo de semovientes de su peculio que sus beneficiarios no pod an criar fuera de sus l mites ni cruzar para reproducir ni vender ni alquilar; y para preservarlos, se le impon a una contribuci n a sus due os del 10% de su jornal.